¡Hola! Mi nombre es Sharlenne, y hace apenas un par de años pesaba unas 316 lbs. Hoy peso 196 lbs, ¡120 lbs menos! Son tant@s l@s que me preguntan cómo lo he hecho, que es difícil responderles a todos; ¡ahora puedo dirigirlos aquí! :) Por supuesto, esto no es todo; pero espero que suficiente para que veas la pérdida de peso con una mente diferente. Te cuento cuáles han sido las claves que me han traído hasta aquí…
Me harté. Me harté de lo mismo. Y, como dijo Einstein, es locura esperar resultados diferentes, haciendo las mismas cosas. Tu futuro no está en eso que tú piensas hacer algún día; tu futuro está en tu rutina. Mientras sigas haciendo las mismas cosas, seguirás teniendo los mismos resultados. Dice Dios, en Oseas 4:6: Mi pueblo perece por falta de conocimiento… y yo digo que también por falta de aplicar lo que sí conoce. ¿Quién no sabe que, con una mejor alimentación y algo de actividad física, eventualmente, va a tener ciertos resultados? El día que tú te hartes, y te determines a aplicar lo que conoces, ese día habrá comenzado tu proceso a un futuro diferente.
Sí; esto no es lo “políticamente correcto” o lo “socialmente aceptado”, pero admito que, en mi caso, no hubo fuerza de voluntad. Te cuento que fue tanto lo que me harté, que me llené de coraje; y no me refiero a “valentía”; no, nada que ver; hablo de ira, de rabia. Esa fue mi fuerza, al menos por el primer par de meses. Te comparto esto porque quizás tú tampoco tengas fuerza de voluntad, pero puedes canalizar tu estrés –por ejemplo – a través de la actividad física. Necesitas una fuerza; empújate con lo que sea, ¡pero hazlo! Por supuesto, el coraje nos hace daño; no lo recomiendo, solo lo reconozco como parte de mi proceso; yo tuve que dejarlo ir; pero para ese momento, ya había desarrollado la próxima clave.
La disciplina te lleva a tomar las acciones correctas, por encima de tus emociones. Habrá días que no tendrás ganas siquiera de levantarte de la cama, ¡ni hablar de caminar o ir al gimnasio! ¿Preparar tu lonchera para el trabajo? Meh… Pero cuando has desarrollado ya la disciplina de hacer estas cosas, las haces en automático, y ya; no preguntas a tus emociones si hoy están de ánimos o no. He desarrollado la disciplina de fregar, por ejemplo. Para mí, era ¡tan tedioso! Como ahora cocino constantemente, necesito los trastes siempre listos para preparar mi próximo plato; así que ¡ya no tengo trastera! ¡Ahora friego al momento! ¡Ah! Y ya ni lo veo *tan* tedioso. (Énfasis en “tan” añadido total y absolutamente a propósito).
Una vez tengas las anteriores, estas dos, consistencia y persistencia, van de la mano y son las que te van a asegurar que, eventualmente, tengas resultados y puedas mantenerlos.
Estas 5 claves de las que te hablo son todas actitudes mentales. Había intentado bajar de peso muchas veces, todas sin éxito. Estoy convencida que esta vez he tenido éxito porque abordé el bajar de peso con una mente diferente. No menosprecies estas claves que te comparto solo porque no incluyen todo un libro de recetas y rutinas de ejercicios. Tu actitud mental puede ser la clave que haga la diferencia para que, esta vez, tú también tengas éxito.
Digo como Pablo: No pretendo haberlo alcanzado ya, pero prosigo a la meta. Esto es algo en lo que das un primer paso y nunca un último. Quedan áreas por conquistar… ¡Y libras por perder! ¡Voy por menos! Y tú, ¿qué esperas? ¡Voy a ti!
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